
La reseña publicada por el sitio "The Smokin Gun", especializado en espectaculares historias, dice que Waldo Soroa (19), Matrix Andaluz (18) y David Díaz Marrero (19) comenzaron a fumar el polvo en pipas ansiosos y desesperados, ajenos a que en vez de la droga ilegal, se trataba de la ceniza de dos perros que guardaba celosamente la propietaria de la residencia asaltada.
En un principio los jóvenes entraron a robar a la casa, registrando todas las gavetas, armarios y escondrijos, cuando creyeron haber encontrado un "tesoro" al toparse con un cofre, el cual violaron y descubrieron que estaba lleno de un polvo blanco y espeso parecido a la cocaína.

Los tres "viciosos", al darse cuenta del error intentaron devolver el cofre con la ceniza restantes, pero fueron desanimados por su cómplice Gabriel Ruiz, quien les advirtió sobre las huellas dactilares que habían dejado marcadas en todos lados.
Decidieron entonces arrojar la ceniza a un lago, donde fueron halladas y analizadas por la Oficina del Sheriff. Posteriormente fueron arrestados y enfrentan múltiples cargos criminales.
De Miguel Cruz Tejada
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